Sabía que este momento llegaría, pero sin duda me entusiasmó saber que otros compañeros
de diferentes carreras les interesaba mi tema, así que me vi en la tarea de investigar
más a fundo y aportarles un poquito más sobre esto que será mi vida entera ♥!”.
Desde el principio de la evolución de nuestra especie, la humanidad ha basado
su desarrollo en el uso de materias primas y fuentes de energía accesibles y
conocidas en cada época. Actualmente, el desarrollo tecnológico hace que esta demanda alcance cotas
insostenibles y por ende consecuencias alarmantes.
Hoy en día, es el mundo tan urbanizado, y en constante crecimiento, se está
buscando el ahorro de energía no renovable; en pocas palabras, conseguir más
con menos. Irónicamente la sociedad no se da cuenta del daño que se le hace al medio
ambiente; sin importar el rango social, simplemente pensamos en nosotros
mismos, en satisfacer nuestras necesidades y obtener una mejor calidad de vida.
Sin embargo, las consecuencias ya se han ido manifestando como, el cambio climático
derivado del aumento de dióxido de carbono en la atmósfera, emitido por la
creciente combustión del carbón y petróleo desde mediados del siglo XIX.
Dentro de este contexto, la vivienda ocupa un lugar clave debido a la masiva concentración
de población en los núcleos urbanos. Por ejemplo, el 80% de los ciudadanos
europeos que viven en las ciudades necesitan consumir el 40 % de la energía primaria
para mantener las condiciones de confort en sus viviendas. Por otro lado en una
escala mayor la energía que consume un edificio es el 45% hasta llegar a
alcanzar un 75 % con el aumento del movimiento del personal.
Con los estudios realizados y los resultados obtenidos de esta investigación queda en evidencia que el sector urbano pasa a ser el primer consumidor de energía y el primer responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero, por encima de otras zonas como la industria o el transporte.
Las propuestas para mermar este problema sería la proyección de diseños bioclimáticos,
donde se busca la adaptación de la edificación al clima y otros elementos como
el sol, viento, temperatura etcétera con el fin de obtener el confort físico del
habitante, limitando el uso de sistemas mecánicos de climatización. En lo que
es la rama de la arquitectura la sustentabilidad, está teniendo un gran impulso
mediante estudios realizados a través de los años, llevándonos a la búsqueda de
nuevos materiales que sean más amigables con el ambiente y realizar diseños de
vanguardia que resuelvan las necesidades arquitectónicas tomando en cuenta el
impacto ambiental, y el impacto psicológico que tiene sobre las personas que
vivieran dentro de este hogar o edificio.
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